Siempre comenzamos el año muy bien, con
muchas expectativas e ilusiones, pero la rutina, las preocupaciones, el estrés,
las obligaciones hacen muchas veces de nuestro lindo año una pesadilla; muchos engendros nos atacan y mastican, revientan
cada uno de nuestros nervios; toman nuestro cerebro y lo convierten en una
papilla. Cuando creemos que esos monstruos nos van a deglutir y a acabar con
nuestras vidas descubrimos que hemos llegado al final de año y por supuesto a
las respectivas vacaciones, dándonos cuenta que por lo menos esta vez ¡hemos
sobrevivido!
Para estar a tono de esta celebración por la
existencia que hacemos los venezolanos una vez al año, mi hija planificó un
viaje; casi todo pagado por su bolsillo y casi todo disfrutado por su familia y
amigos.
El maravilloso periplo regalado por mi linda
sucesora tuvo como epicentro el complejo turístico Islas del Sol en
Chichiriviche, estado Falcón, tres días, dos noches de una experiencia
inolvidable.
Enero
11, Domingo, Día 1
Me levanto a las 5:30 am, toco la puerta de
mi hermana Eneida, que duerme plácidamente. Ella es mi mayor preocupación a
esta hora, pues le cuesta llegar a tiempo a cualquier cita. Quedamos todo el
grupo del viaje en vernos en casa de mi hija a las ocho de la mañana.
El grupo está formado por mi hija Neldy, su
tía Chela, mi hermana Eneida, su hija Andrea, mis sobrinos Juampa y Ale,
nuestra amiga Aura y mi persona.
Para gran sorpresa mía, todos estuvimos casi
a la hora establecida en la casa de mi hija, incluyendo mi hermana. Digo casi a
la hora porque fue quizás como a las 8:30 de la mañana pero tratándose de la
hora venezolana, ¡estuvimos muy puntuales!
Organizamos todo, el equipaje, la comida y
los pasajeros en dos vehículos, el Nissan de mi hermana y el compacto de mis
sobrinos.
Preparando el carro de Ale con los peroles de la playa |
Comienza el viaje, nuestro periplo inicia en
Naguanagua, estado Carabobo; partimos en dirección hacia la costa por la
autopista Valencia – Puerto Cabello.
Nuestra primera parada es en la población del
Palito, crucero entre la vía costanera y la autopista que viene de Valencia. Allí
nos detuvimos para comprar hielo, agua y desayunar. Este pueblo de orilla de
mar, como muchas encrucijadas en nuestro país, tiene una variable oferta gastronómica para viajeros en tránsito. Aquí la nota son las empanadas
(porciones pequeñas de carne, queso o pescado envueltos en una delgada lámina
de masa de maíz y freído en aceite), el pescado frito y el hervido (sopa) de
pescado. A esta hora estamos hambrientos; pedimos cada uno varias crujientes
empanadas. Me como dos empanadas de cazón. Las empanadas de cazón tienen un
lugar especial en todos los pueblos de costa en Venezuela. Este manjar
gastronómico crocante y fragante se hace relleno con cazón fresco (pequeño
tiburón).
Comiendo empanadas en el Palito |
Reiniciamos nuestro viaje, llegamos a la
costa, dónde se ve nuestro maravilloso mar Caribe, hermoso!!; viramos hacia el
oeste, tomamos la autopista Morón – Puerto Cabello, pasamos junto a la siempre
impactante refinería de el Palito; transitamos por Morón y su complejo
petroquímico, siempre a poca distancia del mar. Seguimos por una carretera de
dos carriles; en esta parte de la vía admiramos un gran espectáculo de la
naturaleza, varios miles de cocoteros sembrados a ambos lados del camino,
formando un inmenso bosque de palmeras. Siempre desde pequeño he admirado esta
parte de la ruta, muy verde, tropical, impactante, misteriosa.
Bosque de palmeras |
Llegamos a Boca de Yaracuy, pequeña población
de un pedacito del estado Yaracuy que se asoma al mar. Tomamos ahora el par
vial Morón – Tucacas, hermosa ruta de dos carriles por vía, con una gigantesca
zona verde en el medio llena de cocoteros. En esta zona ha ganado la
naturaleza, relegando el asfalto, los carros y la contaminación a una mínima
expresión.
Entramos ahora al estado Falcón pasando por
Boca de Aroa; aquí la autopista se compacta a cuatro carriles con estrecha isla
al medio. Este sector se ha desarrollado mucho en los últimos años. A ambos
lados de nuestro camino vemos inmensos edificios turísticos y centros comerciales;
es de destacar el conjunto residencial Caribbean Suites, ¡grandioso!
Giramos hacia la izquierda por la vía
perimetral de Tucacas, esto nos permite bordear al pueblo; seguimos hasta
encontrarnos con la antigua carretera nacional, en este tramo de la carretera
podemos admirar a nuestra derecha el imponente Parque Nacional Morrocoy. Es de resaltar
una grandiosa muralla verde formada por el cerro de Chichiriviche, el cual se
yergue en el medio del parque nacional y corta el mismo en dos grandes zonas,
la de Tucacas al sur y la de Chichiriviche al norte; este imponente relieve se
extiende hasta el borde mismo del mar y es una de las referencia obligadas de
la región.
Llegamos a Sanare, población situada en la
encrucijada entre la carretera nacional hacia Coro y la vía hacia San Juan de
los Cayos. Vemos muchas ventas de “arepa pelá” (arepas de maíz procesado a la
manera tradicional) y cocadas. Cruzamos en la “Y” vial de Sanare tomando por la
derecha hacia la costa. Aquí nos encontramos con una carretera en proceso de
reacondicionamiento, sin la capa de rodamiento, prácticamente de tierra.
Maquinarias en la vía, mucho polvo y paciencia pues son muchos kilómetros a muy
baja velocidad. El carro de mis sobrinos hace rato que no lo veo pues partió de
primero y nos dejó “el pelero”.
Reacondicionamiento de la carretera después de Sanare |
Llegamos al desvío hacia Chichiriviche,
frente a ciudad Flamingo; aquí hay ventas de artesanías venezolanas como
chinchorros (hamacas), muy lindas todas. Giramos hacia la derecha y entramos a la
calle Zamora, vía de entrada hacia Chichiriviche. Esta carretera fue construida
en un terraplén en el medio de una laguna de agua salada o albúfera. A nuestra
derecha se divisa el refugio de fauna silvestre de Cuare, zona de reproducción
de flamencos y corocoras rojas.
Llegamos!!!! |
Son las 11:40 de la mañana y ¡por fin!
Llegamos a Islas del sol. Hace calor, me tomo la primera cerveza con mi sobrino
Juampa. Tenemos que registrarnos; somos conducidos a una recepción en donde nos
recibe una guía y promotora de ventas. Nos dan una fastidiosa charla para
motivarnos a comprar una participación en el club de playa. Nos parece un abuso
que después de pagar un realero por la estadía tengamos que calarnos una
promoción de ventas como si nuestro tiempo no valiera nada; pero bueno, a las
mil quinientas nos llevan por un tour a conocer las instalaciones.
Mi querida hermana Eneida junto a los jardines |
Interesante,
imponente grande para mi conocimiento, amplio, serían esas las palabras para
describir el complejo turístico. Nos llevan por la piscina de olas, los
toboganes de agua, la discoteca, la laguna, el restaurant, la concha acústica,
los bloques de alojamiento y las piscinas, cuatro bellas y hermosas albercas con
todo lo que uno pueda imaginar.
Andrea, Neldy y Ale en el Interior de la disco en remodelación |
Me impresionó muchísimo la discoteca, o mejor
dicho, el edificio que aloja a varias de ellas. Es una construcción cuya
superficie imita una montaña de piedra. A un lado de la entrada principal, la
escultura de una india de cuatro pisos de altura nos recibe. La aborigen, muy
atractiva ella, tiene una faldita corta. Tengo una gran curiosidad, me coloco
justamente debajo de la escultura y entre sus piernas; miro hacia arriba con la
esperanza de ver algo realmente interesante pero lo único que observo es un
guayuco pintado en el lugar donde debería estar una magnífica vista y pienso
para mis adentros: “Nelson, ¡cómo se te ocurre!”. Todo el sitio está en proceso
de remodelación pero aun así se ve impresionante. La temática de este lugar es
el encuentro de dos mundos, la llegada de Colón al continente americano;
abundan referencias tanto a los europeos como a los indígenas.
Hora 3:00 pm; mientras nos dan las
habitaciones vamos hacia una de las piscinas, instalados allí, almorzamos. El
menú preparado por Neldy indica ensalada rusa con atún y pan preparado por
Nelson. Tomo la segunda cerveza y devoro el lunch, ¡que hambre tengo!
Neldy junto a una de las piscinas justo antes del almuerzo |
Asignadas las habitaciones nos vamos
derechito a la piscinola, grandiosa y tibiecita; divino sitio con olas
artificiales, recubierta de cerámica azul, muy bella ella.
Disfruto ahora junto a mi sobrina Andrea de
los toboganes de agua; soy un verdadero fanático de estos lugares. Me lanzo del
primer tobogán, caigo a mucha velocidad, trago bastante líquido en la bajada
pero lo bueno estaba al final, desciendo finalmente en una piscina y allí
parece que me la bebí toda. ¡No puede ser!, Experto en toboganes de agua y me
pasa esto, debo estar fuera de forma pero no importa, tengo tiempo de sobra
para aprender a bajar con estilo.
Eneida, Neldy, Juampa y Andrea en la piscina de olas; al fondo los toboganes de agua |
Hora 7:30 pm; hace frío, nos retiramos hacia
nuestros alojamientos. Después del baño y ponernos bonitos preparamos la cena,
arepas con jamón y queso preparadas por Neldy y Chela.
Para cerrar con broche de oro este día nos
vamos hacia la concha acústica como a las 10 de la noche para ver un show de
karaoke con bingo, animado con un fabuloso artista. La experiencia es
fascinante con el añadido del premio ganado por Chela jugando bingo.
¡Cuatrocientos millones!, como decía el animador, cuatrocientos Bolívares en
realidad, no mucho, pero suficiente para estar orgullosa de haber ganado algo.
Chela con su premio de "400 millones" |
Hora 1.00 pm; veo las noticias en la TV. Al
fin nos vamos todos a la cama. De verdad no estoy tan cansado para el trajín de
este día. Siento que estoy como acelerado, podría pasar toda la noche haciendo
cualquier otra cosa pero ya está bueno, mañana nos espera la playa y hay que
descansar.
jajajajaja.... Holaaa!!! Como me he reído, tu sabes querido amigo que yo soy tu primera y fiel seguidora y lectora de todas tus travesías. Quiero felicitarte por este inicio, estaré atenta a seguirte y disfrutar de mi Venezuela que amo y aun en manos de Dios la pongo para que exista un hermoso cambio ..tqm
ResponderEliminarGracias corazón bello!!!. Un abrazo
ResponderEliminarMuy buen Relato! Sigue así, que en Venezuela hay mucho para escribir
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias rafa
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